OEA/CIDH preocupada com a falta de avanço no campo dos Direitos Humanos no Haiti 

ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS - OEA

CIDH - COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

COMUNICADO DE PRENSA Nº 37/02

CIDH PREOCUPADA POR FALTA DE AVANCES EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS EN HAITÍ

En el día de la fecha la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) culminó su segunda visita a Haití durante el año 2002. La delegación estuvo conformada por el miembro de la CIDH Relator para Haití, Clare K. Roberts, el Relator para la Libertad de Expresión, Eduardo Bertoni, y la Especialista en Derechos Humanos responsable de los asuntos de Haití, Raquel Poitevien. La CIDH visitó Haití desde el 26 hasta el 29 de agosto de 2002 en respuesta a una invitación del Gobierno del Presidente Jean-Bertrand Aristide y en el marco de la Resolución 806 adoptada por la OEA en enero de 2002, cuyo fin es restaurar un clima de confianza y seguridad para resolver la crisis política en Haití a través de varios mecanismos. En este contexto, la CIDH recibió el mandato de evaluar la situación actual de los derechos humanos y los sucesos ocurridos el 17 de diciembre del año 2001 en ese país. 

La delegación se entrevistó con el Primer Ministro, Yvon Neptune; el Protector del Ciudadano, Necker Dessables; el Ministro de Relaciones Exteriores, Joseph Philippe Antonio; el Ministro de Asuntos Sociales, de la Salud y de la Población, Henry Claude Voltaire; el Jefe de Gabinete del Ministro de Justicia y Seguridad Pública, Caius Alphonse; los Jueces de Instrucción, Bernard Saint Vil y Fritzner Duclair; y el Director de la Policía Nacional de Haití, Jean Nesly Lucien. Asimismo, la delegación se reunió con representantes de los diferentes sectores de la sociedad civil agrupadas en asociaciones, federaciones y confederaciones y con los representantes de organizaciones no-gubernamentales de derechos humanos. La CIDH también tuvo la oportunidad de intercambiar opiniones con representantes de los diferentes organismos internacionales intergubernamentales que trabajan en Haití. Además, se entrevistó con representantes de diferentes iglesias, entre ellas, la protestante y la luterana. 

La visita tuvo por finalidad hacer seguimiento a las observaciones preliminares efectuadas al finalizar la visita anterior que tuvo lugar en mayo de 2002. Asimismo se ha recabado información para concluir un informe sobre la situación de los derechos humanos en Haití.

Sin perjuicio de ello, en la visita que culmina hoy la Comisión desea expresar que no ha podido apreciar avances con relación a los problemas planteados durante la visita previa. La Comisión manifiesta nuevamente su profunda preocupación por la debilidad del Estado de Derecho en Haití, la falta de independencia del Poder Judicial, la impunidad, el clima de inseguridad de los ciudadanos, la existencia de grupos armados que actúan con total impunidad y las amenazas de que han sido objeto algunos periodistas. La Comisión fue informada sobre el ataque efectuado a la prisión de Gonaïve el 2 de agosto de 2002, que tuvo como resultado la fuga de aproximadamente 159 detenidos, incluido Amio Metayer. La CIDH ha tenido conocimiento de que hasta el momento, nadie ha sido inculpado por dicho ataque. Este serio incidente demostró el nivel alarmante de inseguridad e impunidad que se extiende en la sociedad.

La CIDH observa que la falta de diálogo entre los principales sectores de la sociedad es un obstáculo serio para encontrar soluciones a estos problemas y representan una debilidad de los pilares fundamentales para el establecimiento de un Estado de Derecho según los términos de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y de la Carta Democrática Interamericana. En su anterior visita, la CIDH instó a que se iniciara un diálogo que permitiera a todos los sectores de la sociedad haitiana su participación en la elaboración de una política integral de derechos humanos. Lamentablemente, la Comisión advierte que esto no ha ocurrido. La CIDH reitera en esta oportunidad la necesidad de que se instale un profundo diálogo entre todos los sectores de la sociedad que ayude a encontrar soluciones a los actuales problemas que atraviesa Haití. 

Como ya expresara oportunamente, la CIDH reitera su preocupación por el difícil contexto en que vive la sociedad haitiana que se manifiesta en la pobreza extrema de la mayor parte de la población, las elevadas tasas de analfabetismo y de mortalidad materno-infantil, y la desnutrición. Es conveniente señalar que todas esas circunstancias crean una situación de crisis social y representan de por sí una serie de violaciones de los derechos humanos de la población. En ese contexto, el respeto efectivo de los derechos humanos no abarca solamente los derechos civiles y políticos, sino también los derechos económicos, sociales y culturales, que constituyen un desafío de gran envergadura que no puede resolverse sin una participación profunda y un plan concreto de desarrollo por parte del Gobierno haitiano, con la colaboración de diversos sectores de la sociedad civil y de la comunidad internacional.

La CIDH también fue informada que recientemente en Cite Soleil la violencia ha aumentado considerablemente, resultando preocupantes las denuncias de violaciones de niñas, los asesinatos y la tenencia ilegal de armas en poder de civiles. La CIDH observa que los esfuerzos del Estado a través de su campaña para el desarme nacional han dado pocos resultados. En este sentido, la CIDH recuerda que es deber del Estado combatir cualquier manifestación de fuerzas de seguridad ilegales así como de las estructuras de poder paralelas, y tener un mayor control de la posesión y uso de armas de fuego. Es indispensable que el monopolio de la fuerza sea mantenido exclusivamente por quienes tienen mandato constitucional, y que las autoridades responsables apliquen la debida diligencia para investigar, enjuiciar y sancionar a los integrantes de estos grupos.

Dada la importancia que la CIDH otorga al ejercicio de la libertad de expresión, participó de esta visita el Relator Especial para la Libertad de Expresión, Eduardo Bertoni. El Relator Especial tuvo oportunidad de recabar datos e informaciones sobre el ejercicio de la libertad de expresión en ese país, los cuales serán procesados oportunamente para la elaboración de un informe.

Sin perjuicio de ello, la Relatoría expresa su preocupación por los asesinatos, amenazas y actos de hostigamiento a periodistas, los cuales producen un ambiente adverso para el ejercicio del derecho a la libertad de expresión en Haití. La Relatoría recibió información sobre este tipo de hechos, así como también sobre el estado de las investigaciones para
determinar quiénes son los responsables de los asesinatos de los periodistas Jean Dominique y Brignol Lindor.

La CIDH seguirá observando de manera muy atenta el desarrollo de la situación de los derechos humanos en Haití. La visita que culmina en el día de hoy constituyó una oportunidad inmejorable para cumplir este fin y para profundizar el diálogo, que dentro del marco de su competencia, la Comisiónmantiene con las autoridades y la sociedad haitiana. La CIDH reitera su predisposición a colaborar con el Gobierno, así como con la sociedad en su conjunto, a fin de contribuir al fortalecimiento de la defensa y protección de los derechos humanos en un contexto democrático y de legalidad institucional. 

La CIDH es un órgano principal de la Organización de los Estados Americanos (OEA) con el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en el hemisferio. Como se expresó oportunamente, las visitas de la CIDH se realizan dentro del marco de la Resolución 806 de la OEA del 15 de enero de 2002. La Comisión agradece al Gobierno de Haití y a la Misión Especial de laOEA en Haití por todas las facilidades que han brindado para la realización de esta visita. 

Puerto Príncipe, Haití, 29 de agosto de 2002